Embarazo y coronavirus
Según la OMS: "Las mujeres embarazadas o que lo han estado recientemente, de mayor edad, con sobrepeso y que tienen enfermedades preexistentes, como hipertensión o diabetes, parece que tienen un mayor riesgo de desarrollar complicaciones graves derivadas de la COVID-19. Si las mujeres embarazadas desarrollan la enfermedad de forma grave, también parece que requieren con mayor frecuencia ingresar en unidades de cuidados intensivos en comparación con mujeres no embarazadas de edad reproductiva. Debido a los cambios en sus cuerpos y sistemas inmunológicos, sabemos que las mujeres embarazadas pueden verse afectadas gravemente por algunas infecciones respiratorias. Por tanto, es importante que tomen precauciones para protegerse frente a la COVID-19 e informen de los posibles síntomas (como fiebre, tos o dificultad para respirar) a su proveedor de salud".
Hasta el momento, según la OMS, no disponemos de datos suficientes para afirmar que no exista una transmisión directa al feto mientras está en el útero. Sin embargo, hasta ahora NO se ha detectado presencia del virus en la leche materna, en la sangre del cordón umbilical ni en el líquido amniótico de madres enfermas.
La OMS y los CCPEEU recomiendan a las embarazadas seguir las medidas de precaución generales:
En caso de fiebre, tos y/o dificultad respiratoria, llame al teléfono correspondiente y siga las instrucciones que se le indiquen antes de acudir al médico.
- Lavarse periódicamente las manos durante al menos 30 segundos con un gel hidroalcohólico o con agua y jabón.
- Mantener la distancia correspondiente con el resto de personas y evitar espacios donde haya mucha gente, así como los medios de transporte público.
- No debe tocarse la cara, sobre todo los ojos, la nariz y la boca.
- En caso de que tosa o estornude, cúbrase la boca y la nariz con el codo doblado o utilice un pañuelo. Deseche inmediatamente el pañuelo usado.
- Limpie y desinfecte a diario las superficies de contacto frecuente.
- En caso de que vaya a tener contacto con otras personas, llevar siempre mascarilla, por ejemplo, cuando vaya al supermercado a comprar alimentos.
Llame siempre a su propia matrona, directamente al hospital o al servicio de emergencia para consultar qué debe hacer. En caso de que su ginecólogo/a esté localizable, también puede contactar con él/ella .
Si previamente no ha recibido ninguna instrucción, también en este caso deberá ponerse en contacto con su propia matrona, con el hospital o con el servicio de emergencia.
En caso de que perciba que su bebé se mueve, no tiene hemorragias fuertes, el saco amniótico está intacto y se siente segura, aún puede permanecer un tiempo en casa antes de acudir al hospital.
Actualmente (en enero de 2021), se están desarrollando varios tipos de vacunas de diferentes fabricantes contra la COVID-19. Algunas ya están homologadas y están siendo utilizadas. El tipo de vacuna que se da depende actualmente de la región en la que te encuentres. En función del país varía también la definición de los grupos de riesgo y las prioridades en el orden de vacunación.
¿Cómo decido si quiero vacunarme?
Para poder valorar qué es mejor para ti, es necesario disponer de información general sobre la vacunación. Decide junto con tu médico/a si en tu caso los beneficios son más que los posibles riesgos que puedas asumir.La OMS considera que las embarazadas corren un mayor riesgo de padecer COVID-19 grave.
Lamentablemente, según los estudios realizados, actualmente no es posible garantizar de manera categórica la seguridad de la vacuna durante el embarazo y el período de lactancia. Las embarazadas con alto riesgo de infección que, por ejemplo, trabajen en el sector médico, deberían vacunarse en opinión de la OMS, al menos si no existen antecedentes de alergias agudas.
En este sentido, los próximos meses serán una época de cambios continuos y la información irá actualizándose constantemente.
Lactancia y coronavirus
Si el estado de salud lo permite (p ej. en caso de padecer la enfermedad de forma leve) y desde el punto de vista médico no hay nada que lo impida, según la OMS se puede seguir amamantando en caso de padecer la COVID-19. Deberá lavarse bien las manos antes y después de dar pecho, y es fundamental que durante el amamantamiento se cubra la boca y la nariz con una mascarilla.
¡No obstante, es imprescindible que repase el procedimiento con su médico o médica!
Sí. No obstante, según la información de la que disponemos actualmente, el contagio no se realiza a través de la leche materna. En este caso, la madre podrá contagiar al bebé, al igual que a cualquier otra persona, por las gotitas de agua a través de nariz y boca que portan la infección. Lo mismo podría ocurrir al alimentar al bebé con biberón. Las gotitas pueden llegar hasta el/la niño/a a través de la tos, los estornudos o la respiración. Es por ello que tanto la OMS como las CCPEEU recomiendan llevar mascarilla cuando se les alimente, y también lavarse las manos a conciencia antes y después de la alimentación.
El riesgo de contagio se reduce llevando puesta la mascarilla. La OMS recomienda además lavarse profundamente las manos antes y después de estar en contacto con el/la bebé, así como la limpieza y desinfección periódicas de las superficies de contacto frecuente.
No obstante, como el contacto que mantiene la madre con el/la bebé es muy estrecho durante las 24 horas del día y no es posible llevar la mascarilla de continuo, el hecho de llevarla solo mientras se le alimenta no da demasiados resultados. Le recomendamos comentarlo con su médico y decidir cuál es el procedimiento correcto.
Aunque a día de hoy no está del todo claro si la COVID-19 puede transmitirse al/a bebé a través de la leche materna, de acuerdo con los CCPEEU y la Academy of Breastfeeding Medicine (Academia de Medicina de la Lactancia Materna de EE. UU.), según los estudios disponibles actualmente NO se ha podido demostrar la presencia de coronavirus en la leche materna.
Como los pocos estudios disponibles no han podido demostrar que haya coronavirus en la leche materna (CCPEEU, Academy of Breastfeeding Medicine (Academia de Medicina de la Lactancia Materna de EE. UU.)), siga simplemente las recomendaciones generales para la conservación de la leche materna:
Descripción general: Conservar leche materna
- A temperatura ambiente 4 horas
- En el frigorífico (0-4°C) Hasta 3 días
- Congelador (-20°C) 3 meses
Bebé y coronavirus
Según Unicef y los CCPEEU, los/as niños/as no parecen tener un mayor riesgo de padecer la COVID-19. No obstante, debido a los pocos datos disponibles no es posible afirmar con seguridad cuáles son las consecuencias que la COVID-19 puede tener en el caso de bebés y niños/as. No obstante, hasta la fecha se han registrado muy pocos casos en niños/as.
Los/as niños/as (y adultos) que presentan mayor gravedad son aquellos con problemas pulmonares e inmunodeficiencia causada por otras enfermedades.
La OMS recomienda que los progenitores protejan a sus bebés de la mejor manera posible. Antes de cualquier contacto directo entre ambos deben lavarse bien y desinfectarse las manos. Al amamantar y/o alimentar con biberón, la madre o el padre también deben llevar puesta la mascarilla.
En cualquier caso, acuda al médico o pediatra para confirmar o excluir la posible infección. Según KidsHealth® según los datos obtenidos hasta la fecha, parece que el coronavirus presenta un desarrollo más leve en bebés y niños/as. No obstante, acuda al médico.
Según los datos actuales y según ScienceDirect, el virus sobrevive hasta 9 días en superficies lisas a temperatura ambiente. Subsiste de media de 4 a 5 días. No obstante, el frío o la humedad pueden prolongar el periodo de supervivencia.
El coronavirus puede eliminarse a través de una limpieza y desinfección profundas.
El coronavirus es más contagioso que otros patógenos, por lo tanto, se recomienda también un plus de higiene en el caso de chupetes, biberones, etc. Es muy sencillo llevar a cabo la esterilización antes de cada uso: algunos biberones como los MAM Easy-Start Anti ColicTM disponen de una función de esterilización integrada y los chupetes MAM se pueden esterilizar muy fácilmente en el microondas en su propia caja. Este método no solo es rápido sino que además requiere un gasto energético menor que hervir. El microondas elimina o al menos reduce no solo las bacterias sino muy probablemente también el coronavirus.
La madre y el padre además deben lavarse bien las manos antes y después de la esterilización y utilizar también desinfectante. Además, las mascarillas ayudan también a evitar la transmisión de coronavirus a chupetes, biberones, etc. durante la esterilización.