La lactancia materna no es un mero acto de alimentar a un niño: es una muestra de amor, un sentimiento de protección e intimidad, pero también un gran reto. A veces es pura felicidad, otras veces puede estar asociada al dolor. ¡En este artículo hemos resumido lo que puedes hacer para proteger tus pezones, cómo funciona la lactancia materna por primera vez y mucho más!
5 consejos para dar el pecho por primera vez
1. Directamente después del nacimiento
El comienzo perfecto de una relación de lactancia es cuando el/la bebé puede tumbarse desnudo/a sobre el pecho de la madre inmediatamente después de nacer y buscar por su cuenta el pezón. La mayoría de los/as niños/as son capaces de mamar en la primera hora después del nacimiento. Con pequeños movimientos de la cabeza y mediante el olfato, el/la recién nacido/a intentará alcanzar el objetivo. ¿Tu bebé hace ruido al mamar y trata de empujarse hacia adelante? ¡Entonces ya sabe lo que tiene que hacer! Puedes tocarle la boca con el pezón. Si entonces abre mucho la boca, acerca tu bebé hacia ti para que pueda acoplarse.
2. La colocación correcta
Importante: Tu bebé no solo debe agarrar la punta del pezón, sino que también debe tener la mayor parte de la areola en su boca. Esto previene la aparición de llagas (Para más detalles, ver abajo).
3. Mantente relajada
El primer intento de amamantar puede ser un poco difícil y no pasa nada: algunos/as bebés maman tan fuerte que la madre se asusta. Otros/as se limitan a lamer el pezón con cuidado y puede que no sepan realmente qué hacer con él. En el caso de complicaciones o nacimientos prematuros, el recién nacido también puede estar cansado por la medicación y no mamar en absoluto. La primera lactancia también puede terminar después de unos pocos tirones, después de todo, todavía no se trata de grandes cantidades, sino del valioso y amarillento calostro; la subida de la leche se produce más tarde. Tal vez tu bebé se eche una siesta o quiera, antes, echar un vistazo. Daos tiempo a los/as dos y tened paciencia si algo no funciona de inmediato.
4. Buscar ayuda profesional
En los hospitales favorables a la lactancia materna, suele haber personal especialmente formado para dar consejos a las madres o ayudarlas con la técnica de colocación correcta.
5. Extraer la leche o masajear
Si no es posible dar el pecho inmediatamente después del nacimiento, por ejemplo por razones médicas, puedes estimular la producción de leche con un sacaleches. También se puede masajear el pecho con la mano; lo mejor es pedir al personal médico del hospital que te muestre cómo hacerlo.
Dar el pecho por primera vez también es una señal importante para tu cuerpo después del parto: Se produce la hormona oxitocina, que no solo asegura la "vinculación", sino también que el útero se contraiga.
Muchas madres tienen miedo o no están seguras de que su bebé reciba suficiente leche.
3 pistas que te pueden indicar si tu bebé se está amamantando correctamente:
- Cuando tu bebé está "bien acoplado", normalmente puedes observar cómo las mandíbulas se mueven rítmicamente y también escuchar la ingestión. La succión pasa de ser inicialmente rápida a convertirse en una succión larga.
- Tu bebé debe tener la mayor parte posible de la areola en la boca. Si el bebé chupa el pezón como si fuera un chupete, es posible que no reciba suficiente leche. De este modo, los lagos de leche en los pechos no se masajean adecuadamente. Además, esta postura incorrecta puede provocar heridas en los pezones. En este caso, desengancha con cuidado a tu bebé y vuelve a colocar el pecho.
- El/la bebé está contento/a después de ser amamantado/a y puede incluso dormir durante más tiempo.
Si te preocupa que tu bebé esté ganando peso correctamente, lo mejor es que lo consultes con un pediatra.
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