En cuanto hay niños/as, los/as adultos/as tienen que asumir nuevas funciones: Se convierten en padre o madre. Es una sensación maravillosa y también una gran responsabilidad. Al fin y al cabo, los padres y madres no solo tienen que dar a los/as hijos/as amor, sino también orientación en la vida, conocimientos sobre las costumbres sociales y culturales y otras "enseñanzas". Esto plantea rápidamente la cuestión: ¿Cómo de estrictos tienen que ser los padres y madres? ¿La coherencia en la educación de los/as hijos/as puede incluso perjudicar la relación? ¡Descubre más aquí!
Por qué suele ser tan difícil decir "no".
La opinión generalizada es: Los/as niños/as necesitan reglas para poder orientarse. Esto les da un marco claramente definido dentro del cual pueden desarrollarse. Es importante prestar atención a la forma en que los padres y madres pueden comunicar clara y auténticamente sus necesidades pero sin herir a los/as demás.
Por supuesto, eso no es tan fácil, después de todo, no queremos ofender a nadie. Sin embargo, a menudo comienza el dilema: no formulamos claramente de qué se trata y qué queremos. Se buscan pretextos, se encuentran excusas y, en última instancia, se abdica de la responsabilidad (personal); en el caso de la educación de los/as hijos/as, no se puede trazar una línea clara en este sentido.
Esto inquieta a todos/as los/as implicados/as y, en última instancia, provoca más frustración que dar directamente una respuesta o afirmación honesta.
Asumir la responsabilidad y ser un modelo de conducta con palabras claras.
Este recorrido en zigzag provoca confusión, especialmente en los/as niños/as. Si una vez se cede a la regla, pero a la siguiente se aplica de forma sistemática, los/as pequeños/as no saben a qué atenerse y en qué pueden confiar.
Como padres y madres, naturalmente solo queremos lo mejor para nuestros tesoros. Y sobre todo en tiempos de consumo excesivo, la situación económica apenas nos obliga a decir que no (cuando se trata de un dulce, por ejemplo). Sin embargo, a veces te invade la mala conciencia, y no solo sufres tú, sino también los que te rodean.
¡Encuentra tu estilo de educación!
Encontrar un equilibrio sano entre el sí y el no y su propia línea clara, es una tarea que no es nada fácil. Numerosos libros sobre el tema del estilo de liderazgo y una oferta casi inabarcable de seminarios de gestión lo demuestran también en el ámbito profesional.
Sin embargo, ser padre o madre y educar a los/as hijos/as puede compararse con esto: uno/a guía a los/as hijos/as por la vida y predica con el ejemplo. No a todos los padres y madres les resulta fácil desde el principio, pero como dice el refrán: ¡Crecemos con nuestras tareas!
Consejos para tener claras las normas y tu propio estilo de educación:
- Descubre lo que valoras, lo que quieres y lo que no quieres.
- Si conoces tus propias necesidades, formula claramente tus expectativas hacia tu hijo/a (y tu pareja).
- El tono hace la música: tu hijo/a puede aceptar un "no" si se comunica de forma comprensible y cariñosa.
Buscamos nuestro camino: la comunicación de una nueva generación.
Mientras que en el pasado se trazaba una línea clara entre adultos/as y niños/as, afortunadamente hoy prevalece un tono diferente. Es importante tener una comunicación "de igual a igual". Por supuesto, esto no significa que solo los/as niños/as estén a cargo y que cada deseo se cumpla inmediatamente.
Al final, fortalecerá tu relación contigo mismo/a y con tu hijo/a si sois sinceros/as el/la uno/a con el/la otro/a. Y eso incluye decir que "no", aunque esto no sea del todo comprensible al principio para un/a niño/a de dos años en sus incipientes intentos de autonomía.
Fotos: Unsplash; Shutterstock
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