A partir de la 15.ª semana de embarazo, puede verse con ayuda de una ecografía el sexo del bebé si las condiciones son favorables. No obstante, el porcentaje de error medio es de hasta un 20 %, lo que se debe sobre todo a que el cordón umbilical o algún dedo se confunden erróneamente con el pene. A continuación te revelamos las otras sorpresas que te están esperando.
¿Qué pasa en el vientre durante la 15.ª semana de embarazo?
El feto tiene una longitud de aproximadamente 9,5 cm y pesa unos 70 gramos.
Ha habido unos cuantos cambios: aunque los ojos todavía están cerrados, ya se han desarrollado por completo la córnea, el iris y la lente. El hígado y el páncreas ya están trabajando.
Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un limón.
Tu bebé bebe el líquido amniótico y es capaz de volver a excretarlo en forma de orina, ya que los riñones ya están trabajando. También filtran los residuos de la sangre del niño. El líquido amniótico se va renovando continuamente, de modo que también se van evacuando las excreciones. En la 15.ª semana de embarazo, de media son 150 ml de líquido amniótico, pero la cantidad ahora va aumentando lentamente. El líquido amniótico no solo protege al bebé, sino que también es importante para la maduración del pulmón.
A modo de control, suele ser de interés el diámetro de la cabeza, que en este momento debería ser de unos 30 mm. Si ahora se te realiza una ecografía, es posible que puedas reconocer el sexo, siempre y cuando el feto no ponga una mano delante ni haya cruzado sus piernas.
¿Cómo te encuentras en la 15.ª semana de embarazo?
En cierta medida, las retenciones de agua tienen un aspecto positivo, ya que alisan todas las arrugas. Además del estupendo pelo, se trata de uno de los síntomas asociados más bonitos del segundo trimestre.
Algunas embarazadas comienzan a padecer ciertos olvidos. Como han podido demostrar algunos estudios, realmente se producen cambios en el cerebro: aumentan las regiones que son responsables de las emociones y de la solución de problemas. El centro de la atención está más orientado a la futura tarea como madre y al embarazo, por lo que otras cosas pasan a un segundo plano. También la falta de sueño y las hormonas pueden favorecer que se produzcan olvidos. No obstante, no se trata de una demencia clásica, ya que no se pierden células cerebrales.
No se deben olvidar determinados exámenes preventivos: si se va a realizar una amniocentesis para detectar cambios genéticos o anomalías en el bebé, a partir de la 15.ª semana de embarazo es un buen momento para ello.
¿Qué ocurre en una amniocentesis?
Como ahora se van soltando capas del feto que flotan en el líquido amniótico, es posible extraerlas, así como las células del saco amniótico, con una "amniocentesis“ (punción de líquido amniótico) para analizarlas en busca de defectos. Para ello se atraviesa la pared abdominal con una aguja que se introduce en el saco amniótico para extraer 10-20 ml del líquido amniótico.
Para no lesionar al niño, este análisis se realiza con ayuda de una ecografía que permite mantener la visibilidad. Las células infantiles del líquido amniótico se extraen con una aguja, se multiplican en un laboratorio y se analizan. Los primeros resultados están disponibles al cabo de 1 o 2 días. La punción requiere solo entre 5 y 15 minutos y prácticamente no genera dolor (se puede comparar con una inyección).
La ventaja es que se pueden detectar con seguridad posibles anomalías cromosómicas. El inconveniente de este "método invasivo" es el riesgo de un aborto, aunque este sea muy bajo. Por tanto, es imprescindible que la embarazada se cuide al máximo después.
¿Tienes de repente más ganas de sexo o las has perdido todas?
Uno de los sorprendentes síntomas asociados al embarazo puede ser sufrir hemorragias nasales repentinas debido a la mejor circulación sanguínea. También se puede producir estreñimiento y dificultad para respirar. También es posible tener más energía y ganas de sexo, al igual que lo contrario, todo depende de cómo reacciones a las hormonas y lo bien que puedas dormir.
Los cambios físicos durante el embarazo son muy diferentes e individuales. Puede resultar muy difícil evaluar lo que es "normal" y lo que no. Si no te encuentras bien o si tienes la sensación de que algo no está bien o padeces dolores inexplicables, entonces lo mejor es consultar a tu médico.
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