Recorte de la barriguita de una embarazada que sujeta flores.

Semanas de Embarazo

La 22.ª semana de embarazo

Un bebé casi terminado


A finales del quinto mes, tu tesoro realmente está terminado. A continuación te explicamos lo que todavía falta en la 22.ª semana de embarazo, por qué a lo mejor padeces calambres de piernas con mayor frecuencia y qué es lo mejor que puedes hacer contra el líquido en las piernas durante el embarazo.

¿Qué pasa en el vientre durante la 22.ª semana de embarazo?

El feto tiene una longitud de aproximadamente 27 cm (céfalo-caudal) y pesa unos 350-400 gramos.

Realmente, lo único que tiene que hacer tu tesoro ahora es crecer, generar una capa de grasa más gruesa, así como desarrollar un poco de color en algunos puntos. Por lo demás, está todo terminado. El iris de los ojos, las pestañas, así como el pelo todavía son incoloros y la piel se presenta un poco transparente. Por lo demás, todo ya tiene aspecto de bebé.

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un coco.

Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de un coco.

No obstante, el feto no podría sobrevivir fuera del útero en la 22.ª semana de embarazo porque, por ejemplo, al pulmón le falta todavía una sustancia importante para la respiración y los órganos (y sentidos) también deben terminar su desarrollo. Sin embargo, a partir de la 24.ª semana de embarazo, los niños prematuros ya tienen buenas posibilidades de supervivencia gracias a la ayuda médica.

¿Cómo te encuentras en la 22.ª semana de embarazo? 

Ahora pueden presentarse con más frecuencia retenciones de agua. Lo notas porque, p. ej., los anillos o zapatos ya no entran y los calcetines aprietan. Las retenciones de agua (= edemas) son bastante frecuentes durante el embarazo. Cuanto más grande sea la barriguita, más aumentan también los edemas.

Esto se debe al mayor volumen sanguíneo, pero también de agua corporal. Los vasos sanguíneos se vuelven más permeables, por lo que el líquido puede pasar más fácilmente al tejido. Durante el embarazo, a la sangre le cuesta más subir desde la pantorrilla y el peso del útero o del niño obstaculiza los vasos sanguíneos de la pelvis. Como consecuencia, el flujo sanguíneo se ralentiza, lo que favorece también el paso del líquido al tejido colindante.

Los cambios de las concentraciones de proteína en la sangre y de los electrolitos en el cuerpo también juegan otro papel durante el embarazo, lo que también repercute sobre el complejo sistema de regulación de líquidos.

Por lo general, estos cambios no son motivo de preocupación, aunque a veces no son bonitos de ver ni tampoco sientan bien. Debes tener cuidado si se producen mayores retenciones de agua muy repentinas y diferencias de peso, lo que puede ser indicio de una enfermedad, como una preeclampsia, por lo que debe ser comprobada por un médico. Las preeclampsias son una complicación muy rara durante el embarazo, pero pueden ser mortales, por lo que conviene excluir esta posibilidad por si acaso.


Foto: Unsplash