Cabeza grande y brazos como remos: tu bebé ha crecido mucho, igual que tu útero. Aunque todavía no se ve gran cosa, durante la octava semana de embarazo pasan muchas cosas dentro de ti y que a lo mejor es el secreto mejor guardado del mundo. A continuación puedes leer de qué se trata exactamente y por qué te puedes alegrar especialmente por el latido del corazón durante un control médico.
¿Qué pasa en el vientre durante la octava semana de embarazo?
Muchas embarazadas tienen su primer cita con el médico y pueden ver ellas mismas lo que ocurre en el vientre: se puede reconocer la cavidad amniótica, el latido del corazón puede escucharse claramente e incluso es posible que el pequeño osito de goma esté moviendo sus pequeños bracitos.
Tu bebé ahora tiene aproximadamente el tamaño de una frambuesa.
La cabeza sigue siendo relativamente grande en comparación con el resto. De todas formas, la atención del desarrollo ahora mismo se centra más bien en la parte superior: también los brazos crecen un poco más rápido que las piernas. La mandíbula con los dientes ya preparados se puede ir reconociendo y los futuros huesos van formando cartílagos.
La placenta también va asumiendo poco a poco la alimentación porque el saco vitelino ahora comienza a reducirse. Los vasos sanguíneos en el cordón umbilical transportan los nutrientes, así como oxígeno al bebé y van evacuando los restos del metabolismo.
El embrión tiene ahora una longitud de aproximadamente entre 9 y 16 mm.
¿Cómo te encuentras en la octava semana de embarazo?
El útero ha duplicado su tamaño, por lo que puede presionar la vejiga.
¿Has tenido un control con tu médico y has podido escuchar el latido de ese corazón tan pequeño? Entonces hay motivo de alegría: si es posible detectar el latido del corazón, el riesgo de un aborto se reduce al 10 %.
¿Por qué durante el embarazo se me extrae sangre y se analiza la orina?
Con motivo de los exámenes preventivos, es muy frecuente que se les saque sangre a las embarazadas. Entonces no solo es posible determinar tu grupo sanguíneo, sino también los anticuerpos contra determinadas enfermedades. Asimismo, hay ciertos valores que pueden indicar enfermedades existentes.
La orina se analiza con respecto al azúcar, proteína y bacterias. El objetivo común de todos los controles es el de detectar posibles problemas lo antes posible. Se puede tratar, p. ej., de diabetes mellitus gestacional, preeclampsia (intoxicación gestacional) o infecciones.
¿Por qué son útiles los anticuerpos contra la toxoplasmosis?
En cuanto a los anticuerpos, entre otros aspectos, es interesante la inmunidad contra la toxoplasmosis. Los patógenos se pueden transmitir a través de excrementos de gato, tierra de jardín, verdura sin lavar, carne cruda y pescado crudo, y tienen como consecuencia graves trastornos del desarrollo del niño. Para la embarazada, la enfermedad no suele ser más que un resfriado suave. Si eres negativa a la toxoplasmosis (lo que significa que todavía no has tenido contacto con el patógeno), debes tener especial cuidado con la comida y la preparación de las comidas. Si eres positiva a la toxoplasmosis (lo que significa que tienes anticuerpos contra los patógenos), puedes relajarte un poco, aunque la salmonela y la listeriosis también son peligrosas.
¿Qué es importante en relación con la alimentación durante el embarazo?
En cuanto a la alimentación durante el principio del embarazo se aplica lo siguiente: no se trata de comer más, pero quizás un poco diferente. El cuerpo necesita más proteína, vitaminas y minerales para poder "construir". Lo mejor es que busques asesoramiento médico para saber qué debes incorporar a tu menú y cuál es el suplemento nutricional ideal para ti. Debes evitar grandes cantidades de azúcar y otros hidratos de carbono simples, ya que hacen subir rápidamente la glucemia, lo que puede repercutir de manera desfavorable sobre el sistema circulatorio y favorecer mareos.
Los alimentos también pueden transmitir patógenos. Lo mejor es que hables con tu médico para saber a qué debes prestar especial atención en tu entorno. Por lo general, se aconseja una buena higiene en la cocina. Además, debes evitar la carne cruda, el pescado crudo, el huevo crudo, el embutido crudo y los productos de leche cruda. ¿Has podido detectar el patrón? Correcto: las embarazadas deben evitar aquellos que no se haya cocinado ni pasteurizado bien. La fruta y la verdura deben lavarse profundamente.
Foto: Unsplash